Diego Valenzuela, recientemente reelecto intendente de Tres de Febrero, perdió la primer votación que tuvo que afrontar en el Concejo Deliberante de Tres de Febrero cuando nada lo hacía suponer y tuvo que soportar el destrato de una concejal a la que puso en segundo lugar de su lista de concejales.
La vecina de Villa Bosch, Patricia Rodríguez, había quedado enojada por la segunda parte de la campaña de Valenzuela donde abruptamente pidió el corte de boleta en su favor y en desmedro de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.
Sin embargo, su enojo era compartido por la mayoría de sus compañeros de bloque, incluído el presidente del cuerpo, Sergio Iacovino, quien entre las PASO y las elecciones generales tuvo algún que otro desencuentro con el mismísimo Valenzuela.
En ese período se potenció una sorda disputa por la estrategia lanzada y el protagonismo que el intendente le cedió a Martín Jofré, ex massista, que buscaba con su discurso anti curtista el corte de boleta de la lista de Alberto Fernández.
Valenzuela y Jofré habían trazado una alianza estratégica desde el momento que el primero le cedió a la esposa del segundo la Defensoría del Pueblo local, con un presupuesto propio que atendía varios frentes.
El enojo de Rodríguez, que tendrá cuatro años más de mandato por delante, se desató al momento de votar el siempre espinoso proyecto de nuevo Código de Ordenamiento Urbano, COU, en la que se aprueban nuevos parámetros constructivos y zonas especiales.
Cerca de fin de año se suelen tratar temas de semejante envergadura. Se disimulan ante la confusión general por la cercanía del fin de año y, en este caso, el estrés provocado por una elección tan reñida.
Según confió uno de los concejales cercanos a Patricia, “está enojada pero no es para tanto” y desmintió que se vaya a ir del bloque, aunque de sus labios no salió ni un sonido hasta el momento.
Mientras tanto el intendente cree que “todo se va a acomodar”, aunque el daño a su imagen y personalidad ya está hecho.
Desde principio de este mes, además, los ediles, de todas las bancadas, se venían quejando de una nueva distribución de los contratos que cada uno podía poseer en el futuro, dada la drástica reducción dispuesta por el Ejecutivo, que sabe que tendrá que manejar un presupuesto mucho más acotado en 2020. Todo lo que la Provincia y la Nación proveía cuando eran oficialismo los amigos del intendente, ya no vendrá con esa asiduidad.
En cuanto al corte o no de boletas, la estrategia terminó dándole la derecha al jefe comunal. Ayudó que Macri creció y consiguió un porcentaje cercano al 40%. Lo extraño es que gente que se referencia como política no haya percibido tal cuestión y siga discutiendo el resultado obtenido, más allá de los métodos elegidos en la campaña.
“En todo caso, se hubieran bajado de la lista”, dijo irónico un funcionario municipal que sabe de dichas conspiraciones.
