El presidente de la Nación, Alberto Fernández, recibió hoy en Olivos al intendente de Tigre, Julio Zamora, quien le informó la reducción de contagios de COVID en su distrito y además se aseguró de la continuidad de varias obras encaradas por el gobierno nacional.
Zamora ha coseguido en tres meses dos fotos anheladas con muchos en el frentetodismo. La primera, antes que la Pandemia se convirtiera en confinamiento estricto, con la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner. Ahora, nuevamente con Fernández.
La reunión le dio un poco de respiro al jefe comunal agobiado por las fortísimas presiones de la política doméstica potenciadas por su disputa territorial con uno de los máximos aliados y referentes del Frente de Todos, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.
El último episodio sucedió la semana pasada cuando los referentes locales y militantes del Movimiento Evita intentaron forzar la asunción de una concejal de su espacio político en reemplazo de Florencia Mosqueda, quien había asumido como secretaria de Turismo.
Esa decisión del intendente formaba parte de un acuerdo con la organización piquetera que suele tener varias diferencias con La Cámpora de Máximo Kirchner por otros temas, como son las tomas y otros cargos en toda la Provincia.
En lugar de Mosqueda debía asumir un referente de La Cámpora, que hace dos años lo ayudó a Zamora a imponerse en la lista local a la que postulaba Massa pero ahora todo cambió. Máximo y Sergio son aliados tácticos y estratégicos en muchos aspectos.
Tras los tumultos de la suspendida sesión, es factible que Mosqueda conserve su cargo como concejal y el Evita sea retribuido con alguna otra área del departamento ejecutivo.