Tigre, que se transformó con el tiempo en el lugar en el mundo de Sergio Massa, oriundo de General San Martín, tuvo hoy una foto que terminó por volar los precarios equilibrios que ya venían derrumbándose dentro del oficialismo del frente Todos.
Aunque en muchos sectores de la política, como ya se ha visto, lo lapidario no existe. Y los límites se corren hasta desaparecer.
La vicepresidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió hoy al jefe comunal de Tigre, Julio Zamora, uno de los primeros aliados políticos de Massa en su jurisdicción y luego su sucesor en el cargo de jefe comunal.
Si bien no estaba prevista, dicen en el Instituto Patria, la foto surgió y “se dio”, como dirían los chicos. Ambos saben cuánta trascendencia tiene en el pago chico del municipio en el que Malena Galmarini de Massa quiere ser intendente en 2023.
“Ella viene hablando con muchos intendentes. Esta vez le tocó a Julio, y todo estuvo relacionado con la problemática social, la salud y los recursos”, expresó una fuente cercana al jefe comunal.
Uno de los jóvenes que ofrece sus oficios también en las cercanías de la ex presidente indicó que “todos los días llama a uno o dos para saber cómo están las cosas” o los recibe personalmente.
Quizás CFK aprovechó, más que Zamora, para mandarle otro mensaje a Massa. Uno más, aunque su hijo Máximo lo tenga como uno de sus principales referentes.
La semana pasada Zamora estuvo en el centro de la escena por una infeliz expresión suya sobre las personas que, en sus automóviles, habían reclamado por el fin de la cuarentena estricta y la vuelta de algunas actividades productivas y recreativas. “Los tenemos filmados”, expresó con lo que causó un oleada de críticas, exacerbadas desde algunos medios de comunicación.
En ese momento el intendente había dicho que estaban “infladas” por alguna usina del más alto poder nacional, en clara referencia al presidente de la Cámara de Diputados, el propio Massa.
También se vio el escaso vínculo existente con ese espacio político en sucesivas expresiones dentro del Concejo Deliberante local y en la última visita conjunta del presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicilof en la puesta en marcha de la planta de Volkswagen tras la vuelta al trabajo.
En esa ocasión, Malena Galmarini estuvo en un sector y el intendente en el opuesto, no por casualidad.
Uno de los analistas sociales más agudos de Tigre, que conoce a ambos protagonistas, también acotó su punto de vista. “Zamora pudo hablar con Cristina, hacer enojar más a Sergio, pero la verdad que a él le va muy bien haciendo de conector de distintos pensamientos. Se junta con los concejales del PRO, los radicales y hasta los vecinalistas que no están ni cerca del kirchnerismo”.