Con la excusa de visitar un centro de atención en Escobar la gobernadora María Eugenia Vidal estuvo mano a mano con el intendente Ariel Sujarchuk, quien siempre amaga con su futuro político según sean las condiciones del peronismo o de Cambiemos. Inclusive del massismo, con el cual mantiene una alianza consolidada.
A simple vista se puede decir que el jefe comunal está pasando su mejor momento. Los no oficialistas que conviven en Escobar, si se toman en cuenta una parcialidad poderosa de Cambiemos, el massismo y el peronismo no kirchnerista lo siguen adonde vaya, ya sea en el controvertido proyecto del Puerto o Costa.
Lástima que Vidal no hable y solo se anime a sacarse una foto con los propios. Si hablaría se despejarían las dudas sobre por qué sigue privilegiando charlas con intendentes que luego jugarán en contra. “¿Jugarán en contra?” es la re pregunta que hacen desde La Plata para calmar ansiedades. Pero el silencio sigue aumentando el prejuicio.
Así las cosas, Vidal y Sujarchuk se sienten cómodos con esta ambigüedad que beneficia a ambos lados. Si hay lados, se duda ahora.
En la noche anterior, el intendente fue a Lomas de Zamora, y no dijo nada sobre esta foto, que ya habían tenido sus colegas de Merlo, Moreno y Malvinas Argentinas, las Tres M, como dicen en la mesa chica de la campaña de Cambiemos. Como dato hay que agregar que en los dos primeros distritos no hay candidatos para representar al oficialismo provincial y en Malvinas, el que está no mide. Y con Leonardo Nardini, el jefe comunal peronistas, dialogan bastante bien. Lo mismo pasa en Escobar, parece.
En Lomas, todos los peronistas reunidos, con la excusa de reclamar por algún supuesto recorte en el monumental y vacío Hospital El Cruce, de Florencio Varela, volvieron a inducir sobre la construcción de un espacio similar al Grupo Esmeralda, que terminó deshilachado y deflecado yendo a una elección con Florencio Randazzo.
Ahora dicen que esto está mucho más fuerte y que se parece mucho más a lo que terminó transformándose en el Frente Renovador de 2013 que al fracaso que casi saca de sus municipios a un par de intendentes.
Sin embargo, hasta que todo se corporice, la idea de la política gaseosa permanecerá y dejará abierto los cierres para el año que viene, cuando sea todo inevitable.
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