Gabriel Katopodis y Julio Zamora recibieron en sus distritos al lanzado candidato a presidente por el kirchnerismo Agustín Rossi, actual presidente del bloque de Unidad Ciudadana de la Cámara de Diputados de la Nación hasta el momento que Cristina Fernández de Kirchner decida lo contrario.
Los intendentes de General San Martín y de Tigre le dieron la bienvenida en sus respectivos distritos el sábado pasado, donde ratificaron su decisión de apoyar a todo lo que tenga que ver con la procesada ex presidente de la Nación.
Lo llamativo del asunto es que ambos no tenían ninguna necesidad de vincularse al sector político más involucrado en el mani puliti argentino más importante de todos los tiempos, donde se supone que sólo por el sector que administraba Julio De Vido fueron tomados como coima U$s36000 millones de dólares, casi un 75% del préstamo acordado con el FMI por el actual gobierno de Mauricio Macri.
Ambos fueron parte de la estructura original de Sergio Massa en el Frente Renovador, pero las últimas elecciones los encontraron especulando hasta último momento hacia dónde ir con sus acuerdos políticos. En 2017 ninguno tuvo suerte. Mientras que Katopodis quedó cuarto por su acuerdo con Florencio Randazzo, a Zamora no le alcanzó con la fortaleza massista de Tigre y quedó relegado al tercer lugar detrás de Cambiemos y Unidad Ciudadana.
En aquel momento, sin que se supieran los contenidos de los cuadernos, las confesiones de empresarios y recaudadores y la connivencia de la ex presidente con todo el proceso coimero, ambos intendentes habían elegido una opción no K porque tenían en claro que debían participar de la reorganización del peronismo. Quizás el resultado electoral sufrido hace un año los asustó y hoy necesitan del potencial que mantiene CFK en el conurbano, más allá que los acerque dramáticamente a cometer perjurio.
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