“La normalidad no existe más” expresó el gobernador Axel Kicilof el martes pasado.

La cuarentena argentina es más larga que la que dispuso China en la provincia de Wuhan, lugar donde todo empezó.

La Justicia deambula entre la liberación de presos y la suspensión de juicios por falta de tecnología.

Es cierto, entonces, lo que dijo el gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Pero ¿qué tipo de “normalidades” seguiremos perdiendo?

Lo que no es normal, directamente, ¿será anormal? O se tratará de construir una nueva “normalidad” desde la falta de justicia, el desapego a las instituciones y las leyes o al proponer reformas que pregonan la búsqueda de mejor calidad en su gestión por parte de aquellos que se han dedicado en ir siempre en contra de eso.

A nadie le llamó la atención que el propio gobernador, intendentes y funcionarios que estuvieron en contacto directo con un sospechoso contagiado de Covid’19 se hayan realizado un hisopado y al otro día siguieran su vida y su actividad como si nada.

Al estar protagonizando un hecho familiar directo, empecé a preguntar por qué motivo no se le realizó el hisopado o algún test al resto de las personas que estuvieron con el enfermo, y en todos los casos la respuesta fue la misma. No corresponde si al menos no presenta uno o dos síntomas compatibles con la enfermedad.

Ni Kicilof, ni los intendentes Fernando Moreira, de General San Martín, de Mayra Mendoza, de Quilmes, ni Mariel Fernández, de Moreno, entre otros, se hisoparon sin tener síntomas y al otro día o dos retomaron sus actividades como si nada. Lucas Ghi, en Morón, por lo menos frenó sus actividades cotidianas porque sus padres lo contrajeron.

Pero a los ciudadanos “comunes” les imponen una cuarentena estricta de catorce días después de haber conocido un contagio en su grupo familiar, les impiden hacer un hisopado porque no tienen síntomas y la explicación adicional es que el virus puede aparecer días después, aunque no lo precisen. No porque no quieran, sino porque no saben.

Entonces, cuando se conoce de primera mano todo esto, la pregunta que surge con brutalidad es: ¿es esta la nueva normalidad?, donde unos pueden todo y los otros nada.

El presidente Alberto Fernández aparece lidiando, no se sabe con cuánto éxito, entre los normales y los que no. La cuarentena fue exitosa en cuanto a lo sanitario, pero ahora parece que con eso solo no alcanza. En ese marco todos esperan que la normalidad salga fortalecida.

Impactos: 69

Cuéntanos qué piensas
4Me gusta4Me encanta0¡Jaja!2Me entristece2Me enfada

0 Comentario

Dejá un comentario

Abrir chat
CUENTENOS SU SITUACIÓN O DUDA QUE TENGA!
Hola! Gracias por contactarte con nosotros, Alejandro se comunicará con vos lo más rápido posible!