El municipio de Morón parece ser una isla en el mar de dudas que genera la aplicación de la vacuna contra el COVID en la mayoría de los municipios, fundamentalmente del Conurbano bonaerense, que según datos oficiales no pudo alcanzar el 5% de su población.
El distrito que conduce Lucas Ghi llegó al 10% de su población vacunada y hoy alcanzaría el 29% de personas consideradas prioritarias. Detrás, en cantidad de vacunados está Hurlingham, que administra el albertista no kirchnerista Juan Zabaleta con un porcentaje muy parecido y recién en tercer lugar, dentro del AMBA, se ubica la Ciudad de Buenos Aires, con números muy parecidos a los de estos municipios del Conurbano.
Desde el primer día Morón tuvo la consecuencia de informar diariamente la cantidad de vecinos infectados con el virus y ahora, con regular periodicidad, lo hace con las personas vacunadas no sólo ahí sino en el reto de las localidades del Gran Buenos Aires.
En este ranking quien más dificultades muestra para vacunar a sus vecinos es Merlo, que logró llegar sólo a poco más del 3% de su población.
Morón hoy también podría contar con la presencia del presidente, el original, Alberto Fernández, en la inauguración para construir un centro interuniversitario en Morón Sur en un predio donado por un empresario local luego de una ardua negociación judicial en la que el Municipio también intervino para destrabar el conflicto.
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