El Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires se quejó de las decisiones “radicalizadas y desconectadas con la realidad” que asumen las autoridades provinciales y destacó que “todas las ramas de la Justicia bonaerense están funcionando y atendiendo las urgencias” aunque “buscan avanzar en todos los procesos en un marco pandémico que impide la circulación de las personas”.
En una videoconferencia que contó con la participación de los integrantes de todos los departamentos judiciales en los que se divide la Provincia, piden que la Corte Suprema autorice la utilización de las tecnologías apropiadas para la instrumentación de los juicios orales y presenciales que por ahora no se pueden realizar.
Sin embargo, al tiempo que reclaman la implementación y la readecuación de nuevos formatos para impartir justicia, los magistrados detallaron que no hay en los departamentos judiciales micrófonos, cámaras web ni wi fi de calidad, y que cada fuero debe utilizar un único teléfono celular que va rotando en los juzgados de turno. Estos aparatos, a su vez, no siempre son de última generación y están impedidos de utilizar nuevas aplicaciones.
. “A veces, desconcertantemente, las dirigencias provinciales manifiestan posiciones radicalizadas y desconectadas, en muchos casos, de las realidades locales”, sostienen en un documento de tres carillas difundido el fin de semana.
Tras negar taxativamente que se esté en un “asueto” administrativo y reclamar que se modifique este rótulo sobre el actual esquena de trabajo, los magistrados también se quejaron porque “en nuestros hogares o en las oficinas del Poder Judicial siempre utilizamos equipos personales como notebook o celulares para poder avanzar en todos los procesos”.
“Los procedimientos de la mayoría de los fueros no están aún digitalizados, si bien hoy hay una actividad creciente en ese sentido, reflejada en distintas resoluciones. La experiencia en estos días de pandemia evidencia, en algunas departamentales, que en muchos casos magistradas/os y funcionarias/os necesitaron desplazar expedientes físicos por las calles, al no contarse con edificios únicos sino con casas alquiladas y distantes”, describe el crítico documento.
Además, recalca que los sistemas de software difieren entre los diferentes estamentos judiciales por lo que entorpece o cercena la posibilidad de interconectar los sistemas que hoy ya resulta imprescindible.
Si bien destacan que “desde el comienzo del aislamiento a la fecha se duplicó la provisión de claves”, esto “no es suficiente para satisfacer la demanda de una apertura total de actividades.
“Muchas asociaciones, colegios y uniones departamentales dialogan e interactúan con los colegios de abogados y el gremio judicial, en la búsqueda y articulación de modalidades de trabajo. Estamos convencidos que el camino es la búsqueda de consensos. Frente al COVID – 19 nadie puede ser indiferente y menos aún prescindente”.
Bajo el título “NI FERIA NI ASUETO”, los magistrados promueven “la construcción de una nueva imagen del Poder Judicial. Distinto, moderno, dotado y cercano a la ciudadanía” en pos de “garantizar la tutela judicial continua y efectiva de todos los habitantes”.
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