La difusión nada casual de la cantidad de viajes al exterior que realizó durante su corta gestión como intendente de Merlo por Gustavo Menéndez no es más que un poca sutil devolución de gentilezas que desde las usinas de María Eugenia Vidal le hicieron a un intendente con el cual siempre mantuvieron una notable buena relación.
Viejos conocidos, Menéndez fue candidatos en los inicios de Unión Pro cuando Mauricio Macri hacía los primeros palotes en el conurbano bonaerense. Duró poco, pero las relaciones con Vidal y su ex esposo Ramiro Tagliaferro siguieron hasta hoy.
Presidente del PJ bonaerense, Menéndez siempre estuvo entre los que prefieren dialogar antes que quemar todos los puentes que unen a los oficialistas con los opositores. Así, fue uno de los que siempre colaboró para que Cambiemos contara con las herramientas presupuestarias básicas, no sin antes conseguir fondos para sí y para sus socios intendentes.
Sin embargo, algo cambió en esa relación que se basaba en la previsibilidad que le daba Menéndez en una región, la del oeste del conurbano bonaerense, convulsionada y manejada por el peronismo. “Por lo menos podemos hablar y consensuar algunas cosas”, se consolaban en la jefatura de gabinete provincial.
Las últimas declaraciones de Menéndez como presidente del PJ, la idea de potenciar el escándalo por los aportantes truchos y las declaraciones fortísimas en contra del presidente Mauricio Macri, aunque intentara salvar a Vidal, no gustaron para nada.
Así, de golpe, el país se enteró de algo que pasaba cotidianamente y que los vecinos de Merlo venían soportando para que no vuelva el pasado de Raúl Othacehe. Que quien lo reemplazó se fue de viaje al exterior una vez por mes en promedio sin que hasta el momento se supiera por qué motivo lo hacía y qué beneficio le trajo a los merlenses, que en los últimos días vieron como lo que votaron en octubre se deshizo con la vuelta de Karina Menéndez y Mauricio Canosa al Ejecutivo a pesar de haber sido electos como concejales.
Menéndez y Canosa no son lo mismo a pesar de participar del mismo oficialismo. Las diferencias entre la hermana del intendente y el jefe de Canosa, el senador provincial Gustavo Soos, son cada vez más notorias, algo que nadie entiende como se mantiene en el tiempo.
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