O cómo dejar a todos contentos en materia de seguridad
En la última reunión de la mesa de coordinación del gobierno nacional, en la que participan ministros, diputados nacionales y el Jefe de Gabinete, se acordó lanzar una Agencia de Seguridad para el AMBA que tendrá como objetivo combatir el delito en el mismo ámbito geográfico que representa el mayor problema social del país.
La idea nació, como siempre, para enfrentar un tema político no resuelto por la tozudez de uno de sus protagonistas, el ministro bonaerense Sergio Berni, y la imposibilidad de despedirlo del gobernador Axel Kicilof y del presidente Alberto Fernández.
Luego de un sinfín de movimientos, declaraciones, acusaciones cruzadas y falta de coordinación, Santiago Cafiero, Máximo Kirchner, Sergio Massa y Santiago Cafiero acordaron “pasar por arriba” la zona de conflicto, es decir, las jurisdicciones que abarcan la Nación y la Provincia para transformarlo en AMBA. Para disimular la incordia entre Sabina Frederic, la ministra de Seguridad de la Nación con Berni nadie dudó, en esa mesa, de meter al gobierno porteño en la discusión.
Si bien versiones periodísticas lo ponen a Massa como el autor intelectual de la propuesta, él lo niega. Quizás por no querer sobresalir en estos momentos de confusión general dentro del oficialismo o porque más temprano que tarde siempre termina intercediendo en estos y otros temas.
El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación es el único que sabe hablar los múltiples idiomas que conviven hoy en el poder, el camporismo, el albertismo, el que hablan los intendentes y, además, también conoce cómo relacionarse con la mayoría de los integrantes de Juntos por el Cambio.
A partir de esta semana se iniciará una serie de reuniones informales para recepcionar otras inquietudes a las primeras que aparecieron en la mesa chica del gobierno nacional. “Es sólo un conjunto de ideas generales que también necesitan varias particularidades”, dijo un colaborador presidencial que sabe que el anuncio puede provocar alguna rispidez con la bonaerense y su conductor, Berni.
Un intendente oficialista, conocedor de las cotidianeidades del poder, dijo que “es una buena idea que además sirve para esconder al elefante… Llaman a otros para disimular”, dijo en clara referencia al ministro provincial.
En varias ocasiones se ha intentado armar una estructura de estas características, sin éxito lamentablemente. Desde siempre, los intendentes se quejan por la falta de información sobre las fuerzas federales que trabajan en sus distritos, y salvo en casos puntuales, donde la Prefectura tiene sede fija, en el resto de los distritos en los primeros días el trabajo aparece coordinado pero luego todo termina desdibujado.
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