El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicilof, se reunió con algunos intendentes de la primera sección electoral y analizó la salida ordenada de la cuarentena con la habilitación de actividades comerciales, industriales y productivas como así también la mantención de estrictas restricciones recreativas.
Kicillof recibió esta mañana a los jefes comunales para analizar el desarrollo de la situación epidemiológica y las condiciones financieras de cada municipio. Estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y la ministra de Gobierno, Teresa García.
Del encuentro participaron los intendentes: Leonardo Boto (Luján), Federico Achaval (Pilar), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), y Alberto Daniel Descalzo (Ituzaingó). Los jefes comunales coincidieron en la importancia de sostener las medidas de aislamiento y sostuvieron que no resulta conveniente avanzar con salidas recreativas en sus distritos por los riesgos que supone para la salud pública.
Tanto las preocupaciones como las necesidades son las mismas en ambos lados de la mesa. Por un lado, la preocupación latente que con el fin del confinamiento estricto se multipliquen los casos de COVID 19 y que todo el esfuerzo de las restricciones que aplanaron la curva de contagios vuele por el aire regula todo lo que tiene que ver con la necesidad de activar la aprobación de nuevas actividades para empezar a motorizar la agonizante actividad económica.
Según coincidieron intendentes y funcionarios provinciales, “no es el momento de hacer otra cosa que permitir la vuelta al trabajo de las actividades productivas con estricto respeto por los protocolos sanitarios y evitando los contactos personales”.
Las preocupaciones sanitarias y económicas se atraviesan en todo momento. Todos saben que es tan fino el equilibrio que cualquier mínimo desborde dejaría sin efecto más de cuarenta días de medidas extremas.
Las necesidades económicas pueden chocar contra las sanitarias si no se siguen las regulaciones de asilamiento y flexibilizaciones.
Sin caer en falsos optimismos, los intendentes dejaron bien sentado la preocupación que tienen y los deseos de activar, de algún modo, la vuelta a la normalidad. En cuanto a las actividades, las empresas deberán preparar también sus propios protocolos para evitar el movimiento de sus empleados u obreros desde largas distancias, y priorizar el trabajo de los que viven en cada uno de sus territorios.
Así, podrían ir y volver desde sus hogares sin trasladar el virus de un lugar a otro y siempre, en cada jornada, deberán ser chequeados antes y después de terminar el horario laboral.
Entre las actividades cuyo pedido de autorización al gobierno nacional se encuentran las automotrices, pequeñas construcciones, textiles y otras que hoy todavía están alcanzadas por las restricciones.
Estas propuestas ya habían sido debatidas hace veinte días en la reunión del Consorcio Norte II,
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