Los intendentes le pidieron que se les permitiera manejar los comercios de cercanía. Podrían volver a cerrar las empresas metalúrgicas relacionadas con la industria automotriz y la construcción. Dudas sobre las actividades de cercanía.
En medio de una rutina donde cada una de las partes cumple con su rol, los intendentes y el gobernador Axel Kicilof mantuvieron esta tarde una nueva reunión virtual en la que se debatió la vuelta a fase 1 estricta de la cuarentena en el conurbano bonaerense.
El transporte público será restringido sólo para los trabajadores esenciales. A los empleados de los comercios que sí pueden trabajar, por ejemplo, serán abonados por los dueños de los locales, pero no podrán usar ni tren ni colectivo.
Por ahora no se pudo determinar sobre la idea inicial de impedir que una línea de colectivos traslade a un pasajero desde una localidad hasta otra. Oficialmente habían analizado la intención de impedir que un colectivo cruce la frontera de los distritos con pasajeros a bordo. Esto desencadenaría en un descontrol en el intercambio, advirtieron.
En la teleconferencia estuvieron los jefes comunales de la primera, tercera y octava sección electoral, es decir, Gran Buenos Aires Norte, Centro, Oeste y Sur, incluyendo La Plata y los funcionarios provinciales Carlos Bianco, jefe de Gabinete, y Teresa García, ministro de Gobierno.
Nuevamente, al igual que lo sucedido ayer en la reunión con los secretarios de Salud, el gobernador exteriorizó su preocupación por la ocupación creciente de camas de terapia intensiva. “Si esto sigue así en un mes llega el colapso, advirtió mientras informaba que hay ya 300 camas de terapia intensiva utilizadas en la región AMBA”.
El gobernador fue un poco más cuidadoso con las formas que tuvo en otras ocasiones contra el gobierno porteño, cuya flexibilización de actividades, sostiene, “provocó que la pandemia ingrese en nuestros barrios y provoque el riesgo sanitario que estamos padeciendo”.
En el encuentro, quien primero expuso un punto de vista distinto a lo que sonaba como profesor – alumnos fue Jorge Macri, el intendente de Vicente López, quien pidió preservar para los intendentes el control de las actividades y rubros de cercanía.
“Estamos todos de acuerdo en que tenemos que hacer lo posible para limitar el aumento de casos, ahora debemos decidir cuáles son las mejores herramientas para lograrlo”, argumentó.
En esta misma línea también se sumó el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, quien suele hablar por él pero mucho también por el resto de sus pares del peronismo, quien además le reclamó una mejora sustancial en la forma de comunicar a la vez que le pidió una homogeneidad en el mensaje que brinden el presidente, el jefe de gobierno porteño y el gobernador.
Es que la mayoría de los intendentes saben cuál es el método aplicado desde la asunción del gobernador: un largo discurso, casi educativo, y luego un pedido de puntos de vistas que no siempre terminan siendo valorados. Descalzo también pidió que sean los ellos los encargados de aplicar, con su experiencia y conocimiento, la validez o no de algunas normas que se pueden dictar sobre los comercios de cercanía.
Según informo oficialmente la gobernación, “el Gobernador escuchó las posiciones de los jefes comunales, tanto del oficialismo como de la oposición, a partir del crecimiento de la expansión del coronavirus en sus distritos”.
“En el AMBA estamos sufriendo un crecimiento muy fuerte de los contagios, de manera exponencial, por lo cual, hoy el único remedio que existe es evitar la movilidad e ir hacia medidas más restrictivas que impidan el avance del virus”, explicó Kicillof. Y agregó: “Si los contagios continúan a este ritmo, antes o después se va a saturar la capacidad de atención, los recursos sanitarios con los que contamos son finitos”.
Por su parte, Bianco descartó que se trasladen pacientes de un lugar a otro, “ya que no tiene racionalidad ni sanitaria ni económica: esa interpretación es producto de la malicia o de la ignorancia” concluyó. Lo que no recordó es que cuando se anunciaban las aperturas de los centros de atención de emergencia COVID, en los discursos sí se ponía el énfasis de que esas camas servían para “la región” y no sólo para la localidad donde está.
En tanto, el intendente de Tigre, Julio Zamora, destacó: “Debemos cuidar lo logrado y trabajar en equipo para cumplir los objetivos y evitar un colapso”. En la misma línea se expresó el jefe comunal de Hurlingham, Juan Zabaleta, quien aseguró que “la sociedad necesita un mensaje contundente para que todos y todas se comprometan a ser responsables y no llegar a una situación límite”.
Según confirmó uno de los participantes del encuentro, aún no han podido utilizar los centros de salud levantados de urgencia por falta de equipamiento, en algunos casos, conexiones, en otros, y médicos, auxiliares y especialistas en el manejo de los respiradores, en la mayoría.
“Los bonaerenses contaron con un Estado presente desde el primer día de esta pandemia, con la ampliación del sistema sanitario y el apoyo a los sectores más necesitados. Es en ese sentido que vamos a seguir tomando todas las medidas”, concluyó Kicillof.
Además de Bianco y García también estuvieron los ministros de Salud, Daniel Gollan y de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque. Para tranquilidad de varios, estuvo ausente Sergio Berni.
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