En su presentación en la nueva Escuela Sindical de Género, el gobernador Axel Kicillof no sólo cometió un furcio al confundir “barones” con “varones”, sino que dejó en claro que en el gobierno provincial no tienen la mínima intención de modificar la ley que impide las reelecciones por más de un mandato de las autoridades electas hace siete años.
En la ocasión, Kicillof, al igual que lo hecho la semana pasada cuando presentó la Escuela de Formación para futuros funcionarios y dirigentes, donde remarcó la necesidad de renovar y generar nuevos cuadros preparados para la función pública, insistió con una idea no declarada pero latente de refundación.
Este tipo de presentaciones no hacen más que acrecentar la desconfianza que existe entre todos los intendentes de todos los frentes políticos con el gobernador casi personalmente. “Cree que somos todos lo mismo… No hace ningún tipo de distinciones”, graficó un importante jefe comunal a Sentido Común. Lo de los varones de ayer agudiza esta interpretación.
También deja en claro que no tiene la mínima intención de atender las demandas de los intendentes y concejales que tienen el año próximo la fecha límite para presentar una acción judicial que les permita una reinterpretación de la ley aprobada en 2016 que impedía una nueva reelección para los tenían mandatos vigentes desde 2015 y 2013, respectivamente.
“La política de la provincia de Buenos Aires está muy asociada con lo masculino, viene de una tradición machista. No es porque la hayan llevado adelante en esta provincia o no haya contado con mujeres, sino que hay una especie de cultura de machismo que parte de cosas tan básicas como de llamar a los intendentes o a los dirigentes del conurbano los varones (sic) del conurbano”.
Impactos: 21