Luego de la elección de Octubre, las relaciones entre el gobierno provincial y el municipal de Gabriel Katopodis retomaron un diálogo que había quedado trunco durante casi todo el año pasado.
El jefe comunal volvió a trabajar activamente para que los proyectos oficiales salieran de la Legislatura bonaerense sin demasiados problemas a pesar que no le quedaba ningún legislador sobre el cual influir mientras que el gobierno de María Eugenia Vidal le abrió todas las puertas oficiales para que ingresara proyectos que el municipio solo no podía costear.
Algo pasó en esta semana para que toda esa reciprocidad se cortara. Y fue una notoria foto de respaldo al sindicalista Roberto Baradel efectuada, conferencia de prensa mediante, en el despacho del intendente, quien apoyaba el reclamo docente en medio de la tirante paritaria provincial.
Parece que algo no gusto. Al día siguiente, el programa El Estado en mi Barrio, que coordina el ministro de desarrollo social provincial, Santiago López Medrano, se montó en pleno centro de San Martín, cuando habitualmente lo hace en los barrios periféricos, y el sábado, la gobernadora lo acompañó en el primer timbreo de Cambiemos por Chilavert y José León Suárez.
Todo esto se dio cuando todas las publicaciones nacionales lo posicionaron como el candidato a intendente por el oficialismo para el año próximo.
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