SE VIO LA INTERNA DE TODOS
Por primera vez se comprobó la feroz interna que cruza todos los ámbitos del gobierno nacional donde deben cobijarse a Todos los integrantes de la alianza electoral que ganó en octubre del año pasado.
Sucedió tras hacerse pública la contratación de alimentos a más de un 100% de lo que se puede comprar en un supermercado barrial. El medio kilo de “Coditos” marca La Favorita salía hoy $35 pesos en Belgrano y Artigas, en Chilavert. Desarrollo Social lo pagó $85, no por un paquete, sino por cientos de miles.
Gonzalo Calvo, el primer funcionario que fue eyectado del gabinete del ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo es un viejo conocido de Almirante Brown, donde trabajó en el equipo de gobierno del intendente Mariano Cascallares hasta el año pasado.
“Calvo es un hombre de los intendentes” y sostienen que fueron ellos quienes acompañaron su designación en el ministerio, atravesado por nombramientos de la agrupación ultra K La Cámpora y los movimientos sociales, fundamentalmente cercanos a Alicia Kirchner, Kolina, y Emilio Pérsico y Fernando Chino Navarro, Movimiento Evita.
“Lo denunció uno de los propios… Un proveedor que quedó afuera” fue la rápida respuesta – excusa dada por un importante referente de una agrupación social. Sin embargo, no fue solo eso. Fue mucho más.
No fue casual que otros funcionarios del Ministerio también tuvieran que dar un paso al costado. Entre las apuntadas están Laura Alonso, muy cercana a Máximo Kirchner, y Cecilia Lavot, acercada por Kolina a través del diputado nacional Carlos Castagneto.
Castagnetto, Arroyo, Alicia Kirchner y los movimientos sociales manejaron las mismas áreas hace años. Son viejos conocidos, aunque con un diferentes enfoques. A Arroyo nunca se lo vinculó con un episodio cercano a la corrupción.
Sin embargo, desde un principio, la pulseada por el manejo de todo lo concerniente con los planes que luego paga el ANSES y la distribución de los alimentos estuvo bajo una fortísima negociación entre todos los sectores del oficialismo.
Tal cual lo adelantó este medio, los intendentes, los principales aliados originales de Alberto Fernández, pretendían saber a quiénes se les estaba pagando por los planes que ellos tenían que utilizar en diferentes áreas municipales. Nunca pudieron lograr ese dato, que quedó encapsulado en los movimientos sociales.
Además, pretendían que Arroyo, al que califican de “excelente técnico” pero nada más, los escuchara mucho más, algo que consiguieron vía Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis. Cascallares es uno de sus principales aliados.
El estallido de las compras del ministerio se dio justo en el día que Fernández anunciara la posible utilización de empleados municipales para controlar los precios de los comercios de cercanías. Una ironía.