El Día del Periodista del pasado 7 de Junio produjo una solidaridad en los medios regionales por la crisis que atravesamos. Los motivos y los desafíos también tienen que ser tenidos en cuenta.
El periodista y editor responsable del portal INFOBAN, el amigo Federico Tremuiles, escribió en su portal la nota que aquí se publica en su totalidad y que tiene que ver con la preocupación que existe en los medios locales de comunicación porque se ha paralizado la rueda publicitaria privada y la que proveían los diferentes niveles del estado, nacional, provincial y municipal, hoy también suspendida o demorada.
El motivo fue, claro está, el Día del Periodista, festejado en nuestras casas el pasado 7 de Junio, en la que la mayoría de nosotros recibió la salutación, el cariño y el saludo de cientos de personas.
Quienes tenemos mayor edad, como quien esto suscribe, siempre estamos preocupados a que la parálisis publicitaria aparezca. Sucedió en la crisis del 2001 – 2002, con el agravante de la llegada de múltiples medios nacionales que empezaron a quitar buena parte de la torta publicitaria con los suplementos locales o regionales.
Y, gracias a mi preocupación permanente, fue que el propio Fede supo de mi incertidumbre sobre el futuro hace aproximadamente un año, cuando a la salida del comité radical de Vicente López le manifesté que preveía que el 2020 iba a ser un año dificilísimo, más allá de la pandemia. La cuarentena inédita y eterna pulverizó hasta mis proyecciones más negativas.
Pero, indudablemente, a todo esto se sumó cierta relajación de los medios, que accedieron a recepcionar las gacetillas y videos oficiales sin más cuestionamiento, sin ponernos ni investigar qué había atrás de cada inauguración y, mucho menos, poner voces de alerta por la comodidad brindada por la pauta oficial.
En esta última observación hay que ser claros: no todos se quedaron quietos o aceptaban lo que los que nos daban las agencias oficiales y las direcciones de prensa. Pero estábamos cómodos, algunos más, otros menos, y fuimos dejando de lado nuestra función principal: ser el observador crítico de la realidad, apoyando o denostando.
Nuestros medios perdieron la relevancia en la sociedad y en nuestra comunidad. Por múltiples factores, es cierto, fundamentalmente por la aparición de plataformas con las que es imposible competir. Es hora de volver, en la medida de lo posible, a ser ese rol trascendental y de importancia, para el poder y para nuestra comunidad. En definitiva, demostrar por qué algunos creen que somos “el cuarto poder” y nuestra libertad de prensa y expresión está enmarcada en la Constitución Nacional.
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