El gobernador Axel Kicilof sigue marcando sutiles o directas diferencias con las políticas implementadas por el gobierno nacional y por varios intendentes que decidieron sobreactuar en la reacción al cerrar las arterias que comunicaban con otros municipios limítrofes.
Ayer, mientras recorría el nuevo centro de diagnóstico en Pilar, su jefe de gabinete, Carlos Bianco, se manifestaba decididamente contra la decisión de intendentes como el de Ezeiza, Alejandro Granados, y otros que lo copiaron, que armaron terraplenes de tierra para impedir el acceso y egreso de su localidad por las arterias principales.
“No nos metamos en la carrera de ver quien cierra más calles”, expresó Bianco y también recordó que la libre circulación es un contrato social que rige por el artículo 14 de la Constitución Nacional”.
Por su parte Kicilof creyó conveniente empezar a exponer su punto de vista sobre cierta reacción represora para prevenir la pandemia. “Esto no se resuelve persiguiendo a los que no cumplen, sino concientizando a los que sí lo hacen” para que estos repliquen en todo el país.
El gobernador fue quien más argumentos puso sobre la mesa a la hora de analizar los alcances de la cuarentena general y expuso las consecuencias que provocaría en la economía argentina y en especial la del conurbano, cuya pobreza extrema se potencia con la ausencia de centros sanitarios en condiciones de contener una pandemia de estas características.
Si bien no lo dicen abiertamente, los intendentes y los asesores más cercanos a Kicilof creen ver en el corte de las avenidas limítrofes una señal entre tantas del distanciamiento que se observa entre el jefe de estado provincial y los comunales.
En lo que parece que están todos de acuerdo es en la idea de poner a militares y fuerzas de seguridad a custodiar las zonas donde más se nota la crisis. Si bien por ahora ayudan a la distribución de la comida, su presencia ya empieza a ser imprescindible para mantener el orden social en lugares donde el hacinamiento, la falta de ingresos, la violencia intrafamiliar o las afecciones pueden provocar el descontrol en cualquier momento.