CORONAVIRUS Y PREVENSIÓN SOCIAL EN EL CONURBANO

La reunión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, con los intendentes del Conurbano bonaerense sirvió para confirmarse mutuamente que la situación social es tan preocupante como la expansión del coronavirus.

La reunión, realizada en Olivos, también contó con la presencia del gobernador Axel Kicilof y los ministros del gabinete nacional de todas las áreas afectas y por afectar. Porque no solo la cuestión sanitarias puede entrar en crisis sino también la social, cuyos conatos de intranquilidad se vieron en varias barriadas del conurbano.

El sábado, en horas de la tarde, unos veinte jóvenes ingresaron violentamente en un supermercado chino de la Avenida de Mayo al 6000, a una cuadra de la estación Torpezón, en la localidad de General San Martín, y se llevaron changos repletos de combustible.

Más temprano, en Ituzaingó, en el barrio San Alberto, los vecinos repelieron a piedrazos a los policías que le reclamaban que guardasen la cuarentena impuesta el día anterior.

Situaciones así eran previstas por los intendentes, pero “no tan temprano”. Es decir, creían que podía pasar, pero más avanzada la cuarentena y la crisis económica.

Entonces, además de las camas, las emergencias, el sistema sanitario y la posibilidad de que se expanda la pandemia, aparecieron otras preocupaciones socio económicas que excedían a los sectores de menos recursos alcanzados por los diversos planes asistenciales.

La “muchachada”, siempre inquieta, no tiene público en las calles. La distribución de mercaderías, permitidas o no, están más que restringidas y el hacinamiento siempre genera impaciencia. Eso, más la falta de alguna “changa”, hace que todo pase a ser un caldo de cultivo para cualquier idea alocada.

También se observó que múltiples trabajos, que se mueven siempre en el marco de la economía informal, con poca o nula conexión bancaria, tuvieron que parar repentinamente. En los hogares donde ingresaba algo ya no llega nada porque, además, nunca se necesitó de la asistencia oficial.

Sobre estas cosas, más la articulación en materia de seguridad, salud pública, y asistencia social se habló “descarnadamente” con el presidente, según dijeron los intendentes consultados por este medio.

Por ejemplo, en el noroeste del conurbano, las camas cubiertas por los estados municipales son mayores a las que tiene el gobierno de la Provincia de Buenos Aires con lo cual la articulación con ellos debe ser imprescindible.

“Con Sergio Berni se habla muy bien. Algunos tenemos nuestras diferencias personales, pero con respecto a lo que se debe hacer ahora no”, dijo uno de los jefes comunales a los que se le preguntó sobre la seguridad en su territorio. Por ende, parece, que con Daniel Gollán, de Salud, todo cuesta más.

Al terminar el encuentro, además de los anuncios prometidos para los monotributistas y pymes, los municipios están terminando de analizar la apertura de ventanillas de atención para los vecinos que jamás necesitaron de asistencia oficial pero que, ante esta emergencia, sí tendrán que ser atendidos inmediatamente.

Conflictos sociales en San Martin

Conflictos sociales en Ituzaingó

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