En la sorda y entretenida disputa que mantiene Gustavo Posse, referente de una importante cantidad de dirigentes de Juntos por el Cambio que quieren poner en revisión a la relativamente exitosa alianza entre radicales, proístas y coalicionistas bonaerenses, se agregó un nuevo episodio con la decisión del presidente del bloque de Juntos por el Cambio en el Senado provincial, Roberto Costa, de jugar dentro de la interna radical para el intendente de San Isidro.
Costa, que conduce la bancada desde hace cinco años producto de su salto del possismo massista al PRO en 2015, volvió a juntarse con Posse, con quien se había distanciado en aquel momento por el alto protagonismo que el intendente le había dado para su armado seccional y provincial a Walter Carusso, hoy diputado provincial que tiene un bloque aparte de Juntos por el Cambio en la legislatura bonaerense.
Carusso, como Posse, tienen una amistad inquebrantable con Enrique Coti Nosiglia y a inicio de año vieron la posibilidad, junto con Emilio Monzó, de construir un sector dialoguista sin embanderarse en el Frente Todos. Diferentes situaciones provocadas por el oficialismo los puso en stand by y no se movieron más.
“No queremos ser llevados de las orejas por el PRO. Tenemos cosas para decir y opinar”, sostienen en San Isidro.
Mientras, disfrutan no solo con la discusión, sino que también están encaramados en conseguir una victoria que los haga protagonistas en la coalición opositora. Si no sucede, el jefe comunal de San Isidro podrá recostarse en el distrito que lo vio nacer, pero Costa deberá encontrar otra ídem para descansar.
En su localidad, Escobar, el senador apoyará a Miguel Benitez, un hombre de extrema confianza de Melchor Posse. Su hijo, Leandro, es el actual presidente del mayoritario bloque de concejales no oficialista. El otro lo integra Diego Castagnaro, que se referencia en Daniel Salvador.
“Esto no es tan así… Él sigue siendo del PRO, y no va a jugar en ninguna lista. Pero en una situación como esta, donde un amigo de toda la vida como Gustavo se juega la propia, tampoco tiene mucho espacio para ir en contra”, dijo un legislador que también habla, aún hoy, con María Eugenia Vidal.
Una fuente cercana al senador de Escobar también reconoció que “esta decisión la habló con Vidal, quien le aceptó las explicaciones”. Los intendentes de PRO no creen en esas razones.
“La verdad es que lo que se está poniendo en juego en esta interna también es la constitución de las listas del año próximo. Quizás pensó que ya no tenía lugar y por eso tomó esa decisión”. Lo que no recordó el intendente que habló con Sentido Común es que Costa, cuando fue reelecto, lo hizo por la cuarta sección electoral, y no por la primera, donde siempre perteneció.
Los jefes comunales también tomarán partido. Por lo que se percibe, no solos los de Juntos para el Cambio, sino también los del Frente Todos. Los primeros apoyando la fórmula que conduce Maximiliano Abad, que sustenta la continuidad del acuerdo con el PRO, y los peronistas la de Posse, no por amor, sino porque saben que provocarán un gran ruido en el frente opositor.
La otra diferencia, también dentro del radicalismo, la dará la hoguera de vanidades provocadas por dos referentes muy importantes para la opinión pública. Martín Lousteau, quien apoya al intendente, y Facundo Manes, cuyo hermano está en la lista de Abad. Los dos porteños, sin estructura propia y radicales, quieren ser presidente en 2023.
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