Muchos municipios de la Provincia de Buenos Aires están con fuertes faltantes de barbijos, máscaras y ambos y camisolines descartables, y ni que hablar los imprescindibles respiradores para ser utilizados ante la pandemia del COVID-19 producto de múltiples factores, algunos estrictamente locales y otros por la decisión nacional de Gines González García de monopolizar todas las compras y distribución de este y otros elementos esenciales.
En el hospital Eva Perón de Merlo, por ejemplo, el concejal Eduardo Varela donó barbijos ante la información que había circulado. En este nosocomio es incesante la demanda de otros elementos que ahora aparecen inaccesible.
A la vez, como en todos los órdenes de la economía doméstica, los precios de estos insumos ahora imprescindibles han tenido remarcaciones impresionantes.
Según pudo saberse, en la mayoría de los municipios no han denunciado faltante, aunque “todo se utiliza con sumo cuidado. No nos sobra nada”. Inclusive en comunas adherentes al frente de Todos se hace hincapié en la decisión del Ministerio de Salud de la Nación como la causante de este tipo de situaciones.
“Por un lado está bien que centralice y distribuya porque es la gobierno central quien sabe cuáles son las necesidades de todo el País. Sin embargo, esto nos deja atados de pies y manos porque no sabemos cuándo empezará a distribuirse y cuánto será”, dijo un reconocido médico de General San Martín.
“Con tu propio presupuesto podes estimar. Con el de otro, solo te queda esperar”, agregó.
Un intendente del interior bonaerense, con recursos propios, había empezado a gestionar la compra directamente a China de los tests y los respiradores apenas se supo de la pandemia. La Anmat y el ministerio de Salud le trabaron las compras. “Con esto de centralizar castigan a los que administramos bien”, dijo el intendente que busca ahora debe esperar para su pueblo lo que llegue desde Nación.
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